La determinación de un padre
Mientras tanto, la determinación del padre se hacía más fuerte a medida que pasaba el tiempo. En su tranquila habitación, pensó en los años de orientación y amor que había dado a Gavin, ahora empañados por la codicia. Este plan era más que una compensación; era la última lección que había dado a su hijo. Una lección de respeto, humildad y verdadero valor familiar que Gavin había olvidado.

La determinación de un padre
Una huida astuta
El padre orquestó su fuga con la precisión de un experto estratega, bajo la apariencia de una velada cotidiana. Había investigado a fondo los procedimientos y turnos del personal de la residencia de ancianos. Se escabulló entre las enfermeras y programó cada uno de sus movimientos con una distracción bien calculada. Con silenciosa determinación, su plan se llevó a cabo a la perfección, dejando un rastro de personal desconcertado que subestimó su voluntad e ingenio.

Una fuga astuta