El investigador por fin informó
Cuando por fin volvió el investigador, Julian se quedó atónito. Elara se había enfrentado a retos abrumadores desde el divorcio, pero se había mantenido firme y honorable. Se había dedicado por completo a sus hijos, convirtiéndose en su inquebrantable pilar de apoyo. No había rastro de infidelidad o engaño, nada que justificara las dudas que él había albergado durante tanto tiempo. Le invadió una oleada de alivio, pero rápidamente le siguió la confusión, cuando los cimientos de sus suposiciones empezaron a desmoronarse.

Por fin, el investigador informó
No hay pruebas de engaño
El informe del investigador no dejaba lugar a dudas: no había pruebas de infidelidad o engaño por parte de Elara. Todas las suposiciones a las que se había aferrado Julian parecían ahora infundadas, y darse cuenta de ello le golpeó más fuerte de lo que esperaba. “¿Cómo he podido equivocarme tanto?”, murmuró, luchando por conciliar sus creencias pasadas con la innegable verdad. La claridad debería haberle aliviado, pero en lugar de eso desató un torrente de emociones contradictorias que lo dejaron inseguro sobre cómo seguir adelante.

Sin pruebas de engaño