Un regalo del pasado
Marie estaba sentada ante el escritorio de su padre, con la vieja caja de ajedrez de madera frente a ella. Los intrincados tallados de los bordes le recordaban las innumerables partidas que habían jugado juntos. Su padre había fallecido hacía un mes, dejando atrás aquella reliquia, y mientras recorría su superficie con los dedos, un torrente de recuerdos la invadía. Aquella caja era algo más que un juego: era un símbolo de su vínculo. Pero esta noche había algo diferente.
Una llave oculta a plena vista
Al girar la caja entre sus manos, Marie observó una pequeña ranura desconocida en su parte inferior. Nunca la había visto antes, y la curiosidad se apoderó de ella. Presionó con el pulgar en la ranura y, para su sorpresa, se abrió un compartimento oculto. Dentro, una pequeña llave de latón estaba encajada en la madera. Su corazón se aceleró. No se trataba sólo de una caja de juegos: contenía secretos que su padre nunca había compartido con ella. ¿Qué podría abrir esta llave?